Tras seis años de silencio, Cat Power ha regresado con “Wanderer”[nómada]: un LP en el que conecta con las raíces del blues y del folk tal y como hizo, por ejemplo, en “You are free”.
Este disco nos devuelve a la versión más orgánica, sensible y combativa de la artista gracias al protagonismo que adquiere su voz a través de las historias que cuenta sirviéndose del piano y la guitarra como aliados indiscutibles.
El primer sonido con el que se inaugura un disco condiciona, inevitablemente, los sentimientos con los que el oyente afronta el resto del álbum. Con la primera nota o acorde, ya se sabe si ese puñado de canciones le costará mucho o poco convertirse en una nueva obsesión de la que hablarle a todo aquel que se ponga por delante. O, por el contrario, será una anécdota que olvidar cuanto antes. Con “Wanderer” sucede lo primero. La canción que da nombre al LP, y que lo abre, comienza con la voz arenosa de Marshall abriendo la puerta un mundo de madurez, lucha, desencanto y alegría.
Para este nuevo trabajo, Marshall (que se ha encargado de escribir y producir todas las canciones a excepción de la balada “Stay” ) solo ha contado con una colaboración: Lana del Rey. Con la cantante, de la que se ha hecho íntima en los últimos tiempos y con la que ha girado en el último año, comparte voces en “Woman”, el primer single del disco que ya va camino de convertirse en uno de esos himnos underground.