Cobertura Ska Reggae Sinfónico Metropolitan

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     Fue una noche irreprochable. Se habían ofrecido a varios artistas top participando en un concepto que se denominó “Ska Reggae Sinfónico” y terminaron estando muchos más. Porque los invitados llevaron a sus invitados y aquello fue algo digno de recordar, de celebrar y hasta de enmarcar, porque difícilmente se volverá a repetir. Tema tras tema, éxito tras éxito, las casi tres horas del concierto dejaron sabor a poco para la audiencia del Teatro Metropólitan que casi se llenó. No hubo nadie del público que se haya sentido defraudado tras una exhibición pletórica que ya forma parte de la historia musical del país desde este momento y que merecería en sí misma una oportunidad como concepto itinerante, que seguramente sería cada vez más cotizado por lo que implica escuchar éxitos de toda una vida bajo un formato diferente y cantado por sus protagonistas originales.

 

         Desde temprana hora ya había gente rondando el inmueble listos para vivir su noche. Y el inició no demoró arrancando Fidel Nadal con un par de cuchillas con las que abrieron de tajo el alma como son “Luz y compañía” y “Necesito Amor”; para seguir de inmediato con la participación de Alika quien sin su Nueva Alianza pero con acompañamiento orquestal desplegó sus hits “Ring The Alarm” y “Galang”, en una breve intervención que la gente, que ya ocupaba casi la totalidad de las localidades respondió con gritos de satisfacción. En el mismo formato y casi con la misma tónica, Neto y Nacho de Ganja arremetían con “Caminando”, otro éxito que representa mucho en la escena del reggae mexicano. Palmas arriba, en este momento ya todo mundo estaba listo para ver llegar el primer punto álgido de la noche.

 

         Y sin demora, porque el andar de los artistas fue constante todo el tiempo, llegaría Chino, vocalista de Los Victorios para presentar “Maldita Soledad”, que se cantó con fuerza. Ni que decir del turno de Big Javy de Inspector y Los Tenampa, que con “Como Te extraño” y el “El Loco” en su particular versión del éxito de Javier Solís lograría un avasallador coro que opacó el audio de la sala. La llegada de Chirola de los paraguayos Kchiporros no desentonó la intensidad, acaso porque los coros femeninos fueron mayores por el físico del cantante, con éxitos como “Estrella del interior” y “La lamparita”, dos canciones que brindó con toda su fuerza y entrega. Pese a que la gente pedía un bis, éste no se dio, pues de inmediato las notas de “Pupilas Lejanas” hermanaron al auditorio arropados por la increíble e inconfundible voz de Juanchi Baleiron de Los Pericos, siempre dispuesto a interactuar descargando “Sin Cadenas” y “Runaway”, sonando incólumes ante los arreglos orquestales que no hicieron sino potencializar la intachable interpretación de alguien que sabe pisar un escenario y manejar a su público, que literalmente estaba extasiado.

 

         Fue en ése momento cuando “One Step Beyond”, el himno por antonomasia del ska mundial empezó a sonar bajo el mando y la dirección de Sultán Alí, hijo de Prince Buster, un hombre con el cual el ska aún tiene una deuda de paternidad, pese a que en su día bandas como Madness o Selecter reconocerían con canciones a propósito su aportación impagable. Este tema puso a bailar a todos, inmersos en una ola de nostalgia y en el que se desbordaron pasiones y emociones que prosiguieron tras “Enjoy Yourself”, que contó con la participación en la voz de Mayumi, ex Tijuana No, otro himno que en su día hicieran suyo el propio Buster y los Specials. En todo momento Deals Olan de Out of Control Army hacía lo propio y demostraba el porqué se ha vuelto el mismo y con su trabajo, un referente como músico de importantes agrupaciones de clase mundial como Bad Manners. Pinocho de Estrambóticos era el siguiente y cuadró una de las mejores intervenciones de la noche con sus éxitos “La Herida” y “Soñar Contigo”, arropado por la compañía de integrantes de su grupo como el mismo Shadow, que estaba ahí pendiente de todo.

 

            Sin tiempo para reponerse, la gente vió salir nuevamente a Mayumi Toyoda para cantar “Pobre de ti”, un soundtrack correspondiente a la etapa dorada adolescente de muchos de los asistentes y que, pese a las butacas, correspondieron ante las arengas de hacer un slam que pregonaba Mayumi en el escenario. Ella misma daba pie a la entrada de Liber Terán, de Los de Abajo, con quien se quedó en escena para cantar “Labios Rojos”, del aclamado disco “Latin Ska Force” que marcó una época en la escena mexicana. Gustavo Cordera sería el siguiente en pasar a interpretar de forma magistral los temas “Soy mi soberano”, “Perro amor explota” y “Se viene mi guitarra”, con su gran dominio del escenario y letras plagadas de metáforas que sus seguidores celebraron con todo, con la presencia estelar de Pablo Ahmad acompañándole. El coro por el bis fue notorio, pero el elenco seguía desfilando uno tras otro, y era el turno de Guillermo Novellis vocalista de La Mosca, que con “Te quiero comer la boca” y “Vuelvo a vivir” de Sabú estaba dando cierre  a un espectáculo que para entonces cumplía con creces cualquier expectativa. El cierre de su presentación vendría con el hit “Para no verte más”.

 

         Con el inmortal éxito de Bob Marley “Could you be love” subirían todos los invitados de la noche a ofrecer a la gente un final apoteósico, que merecerá ser recordado y que se espera no termine ahí, visto el éxito que ha tenido una experiencia de este tipo que jamás se había hecho en México y que en esta primera vez dejó una huella imborrable en cada uno de los asistentes. Desde ahora, “Ska reggae sinfónico” apunta como uno de los mejores shows del año, y su público celebra eso libres de prejuicios con la que puede ser una nueva etapa para ser recordados y aceptados por las nuevas generaciones, reclamando por derecho propio un tiempo, este tiempo, que también les pertenece.