Dos jóvenes franceses, Florentin Glémarec y Kévin Nompeix, son los fundadores de Egonlab, una marca francesa que desfiló por primera vez este martes en la Semana de la Moda masculina en París, después de estar inmersos en las pasarelas digitales.
Egonlab inició su andadura hace apenas dos años y causó sensación con una serie de presentaciones virtuales. “Utilizamos las redes sociales para desmarcarnos de los demás”, explica su cofundador.
El otro fundador de la marca, Florentin Glémarec, también veinteañero, recurrió a sus abuelos, ambos octogenarios, para promocionar la ropa de Egonlab; su abuelo fue marinero en su juventud, la abuela distribuía periódicos. Ni tardos ni perezosos, ambos se vistieron de Egonlab para echarle una mano al nieto. Sus poses en la cuenta Instagram de la marca divirtieron a los aficionados.
La ropa es unisex, las faldas lo mismo le van a un hombre que a una mujer, los abrigos son sobredimensionados.
Otra colaboración que despierta curiosidad es su transformación de unos Crocs, una marca de zapatillas de plástico que fue creada hace 20 años. Este tipo de zapatos son utilizados por las personas que quieren comodidad, así que cualquiera los puede llevar puestos pero éstos pasaron a convertirse en un complemento de moda irreverente, que lo mismo aparece en una alfombra roja que en un desfile de Balenciaga
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