En el número 17 de la calle Rodier, en el corazón del noveno distrito de París, está La Condesa, un restaurante que abrió sus puertas en 2017; la comida que se sirve ahí nunca es la misma, lo que sí es una constante es el buen trato, la belleza de los platos y el sazón de Indra Carrillo, un chef mexicano que comanda el equipo del lugar.
El mundo de la gastronomía le dio la bienvenida a este joven de 32 años a la llamada Guía Michelin, que desde 1990 recomienda lo mejor de la cocina mundial. Indra Carrillo y su equipo de La Condesa fueron acreedores a su primera estrella Michelin, algo que solo chefs selectos pueden presumir.
La comida que se come en La Condesa es una síntesis de sus experiencias y de las diversas culturas que ha conocido. “Lo que queremos es componer un viaje por todas estas vivencias que he tenido. Sucede lo mismo con los vinos que seleccionamos de Australia, de Italia, de México, de España, esta parte es lo que hace un concepto global que integra una variedad de culturas en algo congruente y armonioso”.
Su espacio es un restaurante pequeño, pues tiene 11 mesas y 24 plazas para los comensales; al rededor de estas trabajan seis o siete personas. La carta no está definida, porque es distinto con los días, siempre es una sorpresa. Ofrecen un menú de 4 o 6 tiempos: “Cambia con la temporada, la inspiración, el mercado, con diversas cuestiones”.