La campaña Pre-Spring 2020 celebra la iconografía del lujo moderno. Las imágenes fijas siguen definiendo la nueva identidad visual de Bottega Veneta, creada por el director creativo de la casa, Daniel Lee, y el fotógrafo Tyrone Lebon.
Una cadena de oro sobredimensionada recorre un estudio fotográfico; el espacio sin retoques, infundiendo tensión entre ambientes crudos y refinados.
La joyería, un código clave del diseño de Lee, invade la silueta. Los accesorios son una extensión esencial de la forma. Ambos se entretejen en el nuevo ADN de la marca. Los colores son azul ahumado, verde pino, caramelo quemado a negro – apagado y visceral. La ropa está bellamente hecha a mano, elevada sin esfuerzo y ambientada en una realidad austera pero ambiciosa.
Con el modelo Jean Campbell y el diseñador de culto Andre Walker, personajes que protagonizan sus propias vidas, la comunidad de Bottega Veneta amplía la narración de la evolución de Daniel Lee con cada colección.
La campaña estudia el culto a un icono y se inspira en el cine neorrealista italiano. Elementos del estudio, realismo versus delicadeza, personajes de la vida junto ‘actores’ – lo alto contrasta con lo bajo, todo ello añadiendo tensión a las imágenes.
El director de cine Federico Fellini comentó una vez: “El neorrealismo no se trata de lo que se muestra, sino de cómo se muestra. Es simplemente una forma de ver el mundo sin preconceptos ni prejuicios”.
Este proceso se aplica para inspirar las imágenes, la colección y el estilo.
En esta campaña “Bottega Veneta se viste con ropa contextualizada, mezclada con personajes reales y vive el momento. Son elevados y cotidianos y eso es lo que los hace poderosos”, dice Daniel Lee.