Immortal World Tour

Mexico fue el pais elegido para cerrar la gira mundial

Por: Andrea Colotla

Siempre había querido ver un espectáculo del famoso Cirque du Soleil en vivo, el pasado miércoles una afortunada coincidencia llevó hasta mis manos un par de boletos para el Immortal World Tour. Qué cosa tan más increíble por fin poder realizar mi sueño, pero aún más porque no iba a ser cualquier espectáculo, sino el que homenajea a uno de mis más grandes ídolos…

Llegué casi corriendo, a unos pocos minutos de que diera comienzo el espectáculo, con la emoción al full, misma que poco a poco se fue esfumando.

Para empezar el típico ritual de tomar la foto y anunciarle a todas las redes sociales que estás ahí, no pudo realizarse, ya que las siempre amabilísimas señoritas de seguridad, estaban a la caza de todos los dispositivos móviles que se dispusieran a capturar un instante de la experiencia.

El show comienza, las puertas de Never Land se abren y dan paso a una veintena de artistas que por hora y media bailarán y harán piruetas al ritmo de los grandes éxitos del Rey del Pop.

Empezamos con canciones lentas y emotivas, rememorando la infancia del ídolo, éxitos como “Ben”; poco a poco sube el ritmo con “Smooth Criminal” y “Dangerous”… Yo esperaba que para este punto ya todo el Palacio de los Deportes estuviera cantando y bailando, una fiesta, tal como lo eran las canciones de Michael Jackson, pero no, público más apático no me pudo tocar. Por ahí del medio del espectáculo, se oyen los primeros acordes de “Thriller” y uno vibra de emoción esperando que sea el clímax, la verdad deja mucho que desear.

Nos mandan a un intermedio de 20 minutos, un poco antes de finalizar, un grupo de artistas salen al escenario y caminan entre las primeras filas, intentado hacer que el público se una a la fiesta, invitan a cantar, saltar, aplaudir y nada… Finalmente nos enseñan un pedacito de una coreografía y de nuevo inicia el show.

“Beat it”, “Billy Jean”, “Bad” se hacen presentes, y poco a poco nos acercamos al final con canciones que llaman a la unidad, la paz y la hermandad, los grandes valores del músico; cerramos con “Black or White”, en un final realmente emotivo y que llevó al público, lo que parecía imposible, a un canto común, palmas y expresiones de emoción.

No digo que no valga la pena, pero sí digo que no llena expectativas, cuando menos las mías, y no se debe a que estos canadienses no tengan talento o presupuesto, eso les sobra; sobre el escenario hay derroche de agilidad por parte de los bailarines y acróbatas, pero si uno tiene como referencia un espectáculo de Michael Jackson, es casi imposible llegar a la altura.

El presentador es de lo más gris, el show se lo terminan llevando los bailarines del intermedio y el chico con una sola pierna que luce su habilidad en el baile y el break dance

En fin, fue una gran experiencia pero creo que tienen mucho potencial para mejorar el show y hacerlo verdaderamente una experiencia.

Foto: Cirque du Soleil