LA ESTACIÓN DE DIOS, es el primer sencillo del segundo álbum de Juana La Rodillona.
Este álbum titulado Blanco, abre paso a los delirios de la locura que caracteriza a este sencillo rescatando el sonido orgánico de la banda de rock y llevando la esencia al estudio, logrando grabarlo en sola sesión. Alan García (Ing. La Gusana Ciega) se hizo cargo de la grabación en el estudio Naranjada Records.
La temática del material se enfocó en la libre fusión de estilos como el rock, punk y ska. Contando con la participación de la sección de metales del Salón Victoria. Escucharán un sonido duro y contundente donde el ritmo favorece la difusión del mensaje de locura.
La Estación de Dios muestra un estilo que abarca distintas identidades musicales con respecto a su trabajo anterior. No obstante, siguen la senda de canciones cortas que caracteriza a la banda. En su segunda entrega, el arte del disco explora la idea de un nuevo símbolo para el pueblo mexicano; uno que encierra el poder del águila y las púas de la resistencia.
La gráfica del disco BLANCO es un llamado a la acción y a la reflexión desde el yo hacia el nosotros (ser individuo/comunidad); alegoría del destino encerrada en el vacío del color/no color.
