Si el primer álbum de Jungle era su soundtrack imaginario a lugares en los que nunca habían estado, For Ever está inspirado por experiencias de la vida real y de lugares con los que habían soñado por tanto tiempo. Cambiaron el Shepherds Bush, por Hollywood Hill; J y T decidieron ir a los Ángeles para escribir y grabar el álbum.
Su idea romántica del sueño californiano chocó con la realidad de vivirlo, gracias a la sensación de estar a la deriva en la Costa Oeste y por amistades largas que se colapsaron. Regresando a casa en Londres, hicieron equipo con el joven productor Inflo, con quien crearon “una estación de radio post apocalíptica que transmite canciones de ruptura.” Con esta idea se compusieron las 13 canciones que forman parte del disco.
Esa estación, esas canciones y ese viaje, son el sonido del segundo álbum de Jungle, For Ever. Tenían que haberse marchado para volver a casa. Lo que J y T perdieron en el amor, ganaron en música. For Ever es profundo y alto, más íntimo y más expansivo, para sentirse bien y, de vez en cuando, para sentirse mal. Es un segundo álbum como deber de ser.