Las Ale, son cervezas que deben su nombre a una palabra inglesa y aunque su origen es Inglaterra, en América y otros países de Europa los productores no se han contenido y han creado estilos que las han colocado entre las favoritas de los consumidores. Lo que caracteriza a este grupo no es el color, la densidad, el origen, el sabor o los grados de alcohol; para las Ale la preparación lo es todo, pues son cervezas que utilizan levaduras de fermentación alta y todo lo demás dependerá de la cantidad, el lúpulo, el tipo de malta y el tiempo de maduración.
Al contrario de las Ale, las Lager son cervezas que se elaboran a partir de una fermentación baja y un tiempo de maduración que va desde los 2 hasta los 6 meses. Además, para determinar las características de sus estilos pueden variar: la densidad del mosto, las mezclas de malta, el lúpulo y las formas de elaboración.
Las Lambic son una familia bastante especial, pues tienen una fermentación espontánea, son ácidas, poco amargas, se aromatizan con frutas, su proceso de elaboración puede llegar a durar varios años y sobretodo debe realizarse en Leembek, ciudad belga a la cuál debe su nombre.
Por último, las cervezas de trigo, como su nombre lo indica, son aquellas elaboradas con una mezcla de trigo y cebada y una fermentación alta. Poseen un carácter ácido, refrescante y espumoso, un color pálido, un toque de pan y un ligero sabor amargo. Son bastante populares y las mejores amigas de aquellos que incursionan por primera vez en el mundo de la cerveza artesanal.
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