En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, se presentó por primera vez en México la obra “Voces contra el Poder”, como una iniciativa de la fundación Robert F. Kennedy Human Rights, El Día Después, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), que fue financiada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
La versión mexicana se basó en el libro “Decir la verdad al poder: defensores de derechos humanos que están cambiando nuestro mundo“, de la escritora, activista y directora de la fundación Robert F. Kennedy Human Rights, Kerry Kennedy, el cual recoge testimonios de personas defensoras de los derechos humanos en distintos países.
En la obra se abordan los testimonios de ocho personas que han luchado para lograr cambios significativos en sus comunidades y países. Entre los monólogos originales están las historias de vida del Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu; de Kailash Satyarthi, defensor indio de los derechos de la niñez que enfrentan condiciones de esclavitud; Delphine Djiraibe, abogada chadiana que defiende mujeres sobrevivientes de violencia en contextos de postconflicto; Jamie Nabozny, del activista estadounidense en favor de los derechos de la población LGBTTI.
Las historias mexicanas fueron inspiradas en las vidas de María Herrera, fundadora de Familiares en Búsqueda; de Idelfonso Zamora, defensor del Gran Bosque de Agua en el Estado de México; de Valentina Rosendo Cantú, sobreviviente de tortura sexual e integrante de la Campaña “Rompiendo el Silencio: Todas juntas contra la Tortura Sexual”; así como de Miroslava Breach, periodista asesinada en 2017 por su trabajo de investigación en la Sierra de Chihuahua.
Quienes dieron voz a los ocho testimonios de personas defensoras de México y el mundo fueron los artistas Cassandra Ciangherotti, Diana Bracho, Diego Luna, Dolores Heredia, Jesús Ochoa, Juan Manuel Bernal, Luis Miguel Lombana y Marina de Tavira.
Al final de la obra, Diego Luna agradeció a las organizaciones convocantes, a los asistentes y añadió: “gracias a las y los defensores de derechos humanos que están sentados aquí. Esto es por ustedes y para ustedes, para que sepan que nos importa lo que hacen”. Asimismo, dio las gracias al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris por ser el primer teatro que cuenta este tipo de historias.
Kerry Kennedy cerró con un mensaje de aprendizaje y unión: “el enojo canalizado de la manera correcta puede ser una fuerza de cambio. La ira por sí sola no puede alcanzar nuestras mayores convicciones del mundo, necesitamos más; debemos canalizar no solo la ira, sino también nuestro amor”.