Esta historia se desarrolla en el centro de La Ciudad de México, donde se practica el oficio más antiguo del mundo desde el tiempo de los Aztecas. Después de 20 años de fotografiar a las sexoservidoras adultas mayores de la zona, Maya Goded decide incursionar en el cine. La gran confianza con estas mujeres ilumina la íntima relación que permitió lograr esta emotiva película. Carmen, Esther, Raquel y Lety aquí retratadas no se ven a si mismas como víctimas. Su fortaleza radica en las habilidades que les han permitido sobrevivir al abandono, la violencia, la ignorancia y la pobreza.
Hay documentales que observan, este escucha: La cálida relación de Maya Goded con sus personajes les permite tener voz y esperanza en el futuro, cosas que les son negadas cotidianamente a estas mujeres.”