“Perfect Failures” es una colaboración curatorial conjunta entre la Fondazione Prada y MUBI para destacar películas que fueron ampliamente incomprendidas en su versión original. La selección de películas estará disponible a partir del 5 de abril en MUBI, una plataforma mundial de streaming curado.
Este proyecto especial será acompañado por una sección en el sitio web , en el que se incluirán materiales originales y contenidos nativos que reflexionan sobre la experiencia del streaming, datos curiosos sobre los directores e información sobre los filmes seleccionados. Así, el programa cinematográfico explora nuevas maneras de llevarse a cabo y de lograr una participación del público durante el cierre temporal de su sede física debido a la actual emergencia sanitaria.
“Perfect Failures” presenta fracasos de taquilla, decepciones de la crítica, divergencias impactantes de un artista querido o proyectos con una producción difícil, películas adelantadas (o ingeniosamente atrasadas) a su tiempo. Este viaje cinematográfico a través de los fracasos y pasos en falso de afamados directores demuestra que la recepción original de una película no es la última palabra sobre su valor real. Un contexto cultural completamente cambiado, una distancia crítica más amplia entre el espectador y las expectativas y el zumbido contemporáneos, así como las nuevas herramientas de interpretación modifican completamente la percepción de estas películas, que en su momento fueron recibidas con confusión, desagrado o repulsión.
La serie comenzará el 5 de abril con “Southland Tales” (2006) de Richard Kelly, y continuará con una serie de títulos correspondientes a la línea “Perfect Failures”. La selección incluirá: “A Countess from Hong Kong” (1967) de Charles Chaplin, “Fedora” (1978) de Billy Wilder, Night Moves (2013) de Kelly Reichardt, “A Couch in New York” (1996) de “Chantal Akerman”, y “Showgirls” (1995) de Paul Verhoeven.
El proyecto abarca una amplia gama de posibles películas “decepcionantes”: desde “Southland Tales”, la anárquica comedia de ciencia ficción dirigida por Richard Kelly que se estrenó en el Festival de Cine de Cannes en 2006 con una recepción desastrosa, pasando por “Fedora”, el anticuado y cursi melodrama realizado por Billy Wilder en 1978 y estrenado en sólo unos pocos mercados con una campaña de promoción increíblemente débil.
La selección también incluye “A Couch in New York”, la valiente comedia de Chantal Akerman, que en 1996 desafió los clichés románticos de este género; la última película cómica de Charlie Chaplin, “A Countess from Hong Kong”, protagonizada por Sophia Loren y Marlon Brando y merecedora de críticas muy negativas; “Night Moves”, la película dramática estadounidense dirigida por Kelly Reichardt en 2013 que, a pesar de su positiva acogida, fue acusada de plagio; y “Showgirls”, la película erótica de culto de 1995 de Paul Verhoeven, que fue un fracaso crítico y comercial en su estreno inicial y que ahora se considera una sátira ingeniosa y ácida de Hollywood.
En una actualidad en la que los universos cinematográficos compartidos y los servicios de streaming han trastocado la noción misma de lo que es el séptimo arte, los cinéfilos se enfrentan simultáneamente a nuevos estrenos y a películas del pasado. Esta experiencia diaria vivida por un gran público forma un paisaje visual de constantes interacciones y comparaciones entre la producción actual y la historia de esta disciplina. El hecho de mirar o descubrir por primera vez películas que marcaron un punto de crisis o transición para los directores establecidos o los cineastas experimentales, se convierte en una oportunidad para cuestionar las funciones pasadas y actuales del cine y para reconsiderar su poder de seducción y su papel cultural.
La colaboración con MUBI reforzará la dimensión internacional del programa cinematográfico de la Fondazione Prada, que se dirigirá a una comunidad aún más amplia, desde el público de una sala de cine tradicional hasta un público plural de espectadores “remotos”. La Fondazione Prada seguirá investigando nuevas formas de mirar, oportunidades de diálogo con otros lenguajes creativos y formas de compartir con el público, que vayan más allá del mero disfrute de las películas frente a una pantalla de cine.