La vida se trata de contrastes. Blanco y negro. Dulce y amargo. Y por supuesto, el bien y el mal; los héroes y los villanos. A los últimos, hoy en día podemos contarlos de a montón. Si queremos ideales, ahí están los villanos norteamericanos, ahí están los norcoreanos y hasta los nacionales. No obstante, no todo en la vida son los ideales de moda. A veces, importa mucho qué tan bien se ve una palabra, es por ello que Josh Homme y compañía, mejor conocidos como Queens of the Stone Age, escogieron Villains, como título para su regreso.
“Todos necesitan estar en contra de algo —su villano— siempre ha sido así”, dice Homme en declaraciones. Nada más verdadero. Se necesita la antítesis, el punto de quiebre entre paradigmas. Por ello, cuando se escucha a los Queens of the Stone Age en un mundo en el que impera el R&B genérico o la nueva canción de la artista pop más plástica sobre la tierra, se vuelve a sentir la vitalidad. El calor recorriendo las venas, como un muscle car sobre el asfalto hirviendo de una carretera en medio del desierto.
Sí, tienen múltiples nominaciones al Grammy, sí, también trabajaron con Mark Ronson en la producción para este nuevo material, y sí, Boneface está de vuelta para engalanar con su trabajo artístico un álbum anticipadísimo… pero, a final de cuentas, lo que importa es cuántas veces se necesite darle play a una canción. Cuánto fervor se genere por ver a una de las mejores bandas de rock de la actualidad.
Lo verdaderamente relevante es que no importa si Queens of the Stone Age han sido héroes de vidas adolescentes sin rumbo, sino que son los villanos carismáticos para todas las edades, los que le meten lo interesante a las historias, esos personajes inolvidables a los que siempre vas a querer voltear a ver y a los que ahora vas a prestar tus oídos para escuchar de principio a fin el Villains.
