Historias que se entretejen con otras historias, lugares míticos, personajes extraordinarios que van desde gitanos y entes endemoniados hasta princesas moras e integrantes de la Inquisición. Así es El manuscrito, obra que con dramaturgia de Juan Tovar se basa en la novela Manuscrito encontrado en Zaragoza, de Jan Potocki.
El montaje forma parte de la Temporada Académica 2017-2 de Exámenes Profesionales de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Es un trabajo realizado por alumnos de cuarto año de las licenciaturas en Actuación y Escenografía que inició temporada en el Teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Bajo la dirección de Mauricio Jiménez, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, los jóvenes Bruno Isaacs, Aaron Zamora, Paola Castillo, Yunnuen Contreras, Karla Paola, Roberto Pichardo, Cuauhtémoc Lara Razo y Edgar Landa como actor invitado, dan muestra de su formación profesional.
“Es un ejemplo claro de que la vinculación entre generaciones puede existir, no es fácil que se adopte y se llegue a una comunión; de hecho es una de las labores fundamentales del teatro, establecer contacto. Tengo 57 años y el promedio de edades de estos jóvenes es entre 21 y 23, el proceso de darse a entender y hablar dos generaciones sobre un tema habla de un compromiso manifiesto”, comentó el director Mauricio Jiménez.
Consideró que no se trata de una puesta en escena sencilla de montar, ya que el texto posee una estructura laberíntica que, al igual que una cebolla, alberga distintas capas.
“Toca temas fundamentales, la muerte, el amor, el sexo, las relaciones de poder, el honor, todo está manifiesto en una partitura muy compleja. Recordemos que hay diversiones simples y diversiones complejas, en este caso nos toca trabajar con eso y no deja de ser divertido porque diversifica el pensamiento”.
El protagonista es el capitán Alfonso van Worden, quien atraviesa Sierra Morena y en su camino se topa con diferentes personas que comienzan a contarle sus relatos. Su primer encuentro es con las hermanas Emina y Zibedea, capaces de compartir un marido y de amar a un cristiano, aunque son musulmanas.
Es a partir de ese momento en que comienzan a mezclarse las historias que llevan a Van Worden a una red de engaños que ponen a prueba su temple y su cordura hasta amanecer entre dos ahorcados.
“Esto sólo es el ojo del leviatán, no es el cuerpo entero, apenas estamos caminando por lo que Jan Potocki escribió en 1,500 páginas (…) Estamos hablando de una tragedia que de pronto parece que hablamos del hoy por hoy aunque se encuentre ambientada en el siglo XVIII”.
La escenografía, a cargo de Abigail Cinco y Fátima Murguía, quienes también se encargaron del vestuario y utilería, destaca por ofrecer una atmósfera onírica, pétrea, en la que se observa arena y rocas que penden de sogas.
La iluminación es de Luz Sánchez y la producción ejecutiva de Elizabeth L. Alday y Marcela Bretón.
Con la Temporada Académica 2017-2, la ENAT, se consolida como una de las promotoras más importantes del desarrollo de profesionales del teatro en México, a través de una formación basada en la práctica y la reflexión acerca de las herramientas, modos y medios del proceso de creación.
El manuscrito se presenta hasta el 1° de octubre con funciones de miércoles a viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas en el Teatro Salvador Novo de la ENAT al interior del Cenart ubicado en Av. Río Churubusco 79, esq. Calzada de Tlalpan, col. Country Club. Entrada libre