“Robots, aliens y luchadores. Ciencia ficción y Cine B en México” da nombre a esta exposición de cartel y lobby card de 10 títulos representativos de ese híbrido cinematográfico que mezcló monstruos, iconografía del cine de terror, ciencia ficción, thriller y espionaje con lucha libre. Estas películas consideradas de serie b, por haber sido realizadas con poco dinero, se convirtieron en un hito de taquilla de los años cincuenta hasta finales de los años setenta.
El hilo conductor entre todos estos géneros es justamente la presencia de los principales representantes de la lucha libre: el Santo, Blue Demon, Mil Máscaras y Tinieblas, que en este universo 一solo posible en el celuloide一, pelearon por igual contra robots, marcianas, monstruos, vampiros, zombies y científicos locos. Los combates en la arena de lucha no pueden faltar.
Como menciona el investigador Orlando Jiménez en su libro Terror del rudo (Samsara-Macabro FICH, 2015), el cine de luchadores “es producto de un proceso histórico que lo consolidó como tal, está conformado por un vasto continente de películas con características en común que han logrado generar lineamientos de escritura para su manufactura, además de haber construido una estética propia, desencadenadora a su vez de toda una serie de fenómenos culturales”.
Uno de estos fenómenos es sin duda su mezcla en especial con la ciencia ficción a través de personajes, universos e historias que, aunque se convirtieron en un esquema repetitivo y muchas veces absurdo, dieron grandes resultados en la taquilla y dejaron huella en la cultura popular no solo de México sino en muchos otros países.
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