Si se toma en cuenta que, según la UNESCO, México es el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo —sólo por debajo de Siria—, se comprenderá por qué el segundo largometraje de la directora mexicana Juliana Fanjul, Silencio Radio (2019), resulta tan necesario.
Para hablar sobre esta problemática, la realizadora comienza su película con el caso del periodista Javier Valdez, quien fue asesinado el 15 de mayo de 2017 en Culiacán, cuando se dirigía a la redacción del semanario Ríodoce, donde trabajaba. En enero pasado, durante el juicio del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera en Nueva York, el ex líder del Cártel de Sinaloa, Dámaso López, confesó que Valdez fue acribillado por los hijos de “El Chapo” por haber publicado “entrevistas incómodas”.
El asesinato de Valdez generó una gran indignación en el gremio periodístico y Carmen Aristegui fue una de las que alzó la voz inmediatamente: “Javier era un hombre que, como pocos, logró darles rostro, nombre, apellido y entraña a las víctimas del crimen organizado”, dijo durante una marcha. Dos años antes, había sido censurada y sacada del aire con su programa radiofónico, que se había convertido en un contrapeso importante del gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto y que tenía una audiencia de 18 millones de personas.
Es así que Fanjul se da a la tarea de contar las dificultades a los que se enfrentan los periodistas en México, sin la necesidad de exhibir episodios sangrientos o violentos, sino más bien a través de un retrato profundo de una de las comunicadoras más respetadas de nuestro país.