Una película mexicana hecha por gente joven, rodada únicamente durante la noche y financiada mediante crowdfunding es una de las ganadoras de la tercera edición del Festival Internacional de Cine de Autor.
Se trata de Si tan sólo pudiéramos dormir esta noche (2019), el nuevo largometraje de Eduardo Moreno Fernández. La cinta, es todo un ejemplo de emprendimiento mexicano.
Con un guión dinámico que transita entre distintos momentos de clímax, el filme cuenta en 75 minutos la historia de Myriam (Amaya Blas) y César (José Casasús), una pareja que, en una noche, se enfrenta a sus miedos, sus fantasmas y sus deseos más sombríos. Una simple confusión de César durante una cena que pretendía ser romántica es lo que desata este infierno de culpas y resentimientos en el que muchas veces se convierten las relaciones amorosas.
Si tan sólo pudiéramos dormir esta noche es una producción 100 por ciento independiente y mexicana. Las situaciones mundanas de sus personajes invitan al espectador a identificarse rápidamente con conflictos que suceden en la vida real.
Filmada enteramente en horarios nocturnos por un equipo técnico y artístico muy joven, la película fue financiada durante la postproducción gracias a una campaña de crowdfunding lanzada a finales del año pasado en la plataforma Kickstarter, un sitio digital que promueve el mecenazgo de proyectos artísticos o informativos, desde películas o documentales hasta videojuegos, discos o investigaciones periodísticas.
Su director, Eduardo Moreno Fernández, lleva más de 13 años dedicado a las producciones audiovisuales. Sus historias generalmente se caracterizan por reflejar los choques entre la realidad y la imaginación. Algunos de sus trabajos más importantes son el documental Ghost Town (2014) y los cortometrajes She‘s a Lady (2012) y Mellow Yellow (2009).